Quito es una de las ciudades más grandes y mejor conservadas de América Latina. Caracterizada por sus iglesias, museos y centros culturales permiten descubrir la historia del Ecuador, su riqueza, diversidad cultural y natural.
jueves, 17 de enero de 2019
Quito Destino Turístico
Desde varias perspectivas, Quito es un encanto compuesto por: montañas y volcanes; antiguas callejuelas decoradas por balcones floridos con aires bohemios; la iglesia de La Compañía con tesoros de oro; el Panecillo que ofrece una vista panorámica; y la Ciudad Mitad del Mundo que ubica a los viajeros en un solo momento en 2 hemisferios. Su gastronomía, diversión nocturna, historia y aventuras, caracterizan a la capital como el destino turístico preferido en el Ecuador.
domingo, 13 de enero de 2019
Artesanías en Quito
Artesanías en Quito
Una parte inevitable de tus vacaciones, y que para algunos puede llenarte de nervios, es el momento de comprar recuerdos de tu viaje: algo para la suegra, regalos para los colegas, ese suvenir especial para colgar en la sala que con buen gusto diga a todos “estuve en Quito”.
Pero más que un dolor de cabeza, ir de compras en Quito te da la oportunidad de descubrir nuevas partes de la ciudad, aprender sobre la cultura y llevarte a casa algo del patrimonio ecuatoriano, a medida que llegas a conocer a algunos de los personajes que le dan al casco histórico una personalidad tan inolvidable.
Hay productos que no puedes dejar el país sin comprar. El chocolate es uno de ellos, ya sea por las mundialmente galardonadas barras de Pacari (prueba la variedad con sal marina) o las deliciosas trufas de Chez Tiff.
Artesanías hechas a mano son esenciales, y en los mercados del Centro Histórico podrás conocer a sus creadores y descubrir las historias detrás de cada artículo. Además, tendrás la oportunidad de apoyar a los artistas locales y obtener una nueva visión de la cultura mediante la compra de sus productos en pequeñas galerías como Sirka, en el barrio de San Marcos.
La religión es prominente en la cultura quiteña, y ello tiene una fuerte influencia en los artículos de arte y los recuerdos que puedas llevar a casa. Podrías adquirir medicinas caseras y vino preparado por las monjas de claustro en el Carmen Alto o Santa Catalina, o hermosas velas en forma de ramos de flores tropicales de La Vela Mágica, en la Calle Flores.
Las pequeñas esferas vienen espolvoreadas con ingredientes tradicionales como la quinua tostada o el polvo de cacao. Incluso puedes comprar trufas en una caja comestible, hecha de delicioso chocolate, o en forma de figuras emblemáticas como cucuruchos o cholas y elegantes indígenas.
Madera Noble, Calle Junín
Ubicado en San Marcos, el barrio más bohemio del Centro Histórico, Madera Noble ofrece una oportunidad única para conocer al carpintero local José Barrera y conversar no sólo sobre su arte, sino sobre los cambios que ha sentido la ciudad en las décadas que ha mantenido su tienda en el lugar.
Chez Tiff – Calle la Ronda
Ecuador tiene una historia bien documentada como productor de granos de cacao de clase mundial (entre los mejores del mundo), y ¡mientras estás en el país, realmente no hay excusa para no visitar una plantación para ver de dónde nace este manjar de los dioses!
Mientras gran parte de la producción del país se inclina hacia lo tradicional, los chocolates caseros de Chez Tiff son inspirados, creativos y divertidos. Las trufas son el plato principal: fabulosas “bolas” Willy Wonka teñidas de varios colores con maracuyá o el licor local, Pájaro Azul.
Las pequeñas esferas vienen espolvoreadas con ingredientes tradicionales como la quinua tostada o el polvo de cacao. Incluso puedes comprar trufas en una caja comestible, hecha de delicioso chocolate, o en forma de figuras emblemáticas como cucuruchos o cholas y elegantes indígenas.
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Pacari – Venezuela y Espejo
Pacari – Venezuela y Espejo
La marca premium de chocolate orgánico Pacari ha ganado premios internacionales y ha hecho su misión traer productos ecuatorianos orgánicos al mundo.
La marca pionera cuenta con una amplia gama de opciones y sabores en sus tiendas emblemáticas, con cacao de todo el país, combinado con ingredientes inesperados como la sal marina, el ají (chile) o los pétalos de rosa.
Su empaquetado elegante, con la opción de comprar conjuntos de varias barras de distintos sabores, en cajas de madera, son el regalo ideal.
En las tiendas de Pacari, los expertos están a tu disposición para guiarte, con deliciosas catas de chocolate, lo que te permitirá descubrir exactamente la combinación de sabores que te vuelven loco.
Tienda El Quinde – VeTnezuela y Espejo
Diagonal a Pacari, está El Quinde, la tienda de Quito Turismo que se dedica a mostrar artesanías locales para la venta.
Aquí encontrarás productos de alta calidad, social y ambientalmente responsables, a precios de comercio justo, inspirados en el rico patrimonio cultural y tradiciones de la ciudad, así como su entorno natural y su legado artístico tanto tradicional como moderno.
La cultura precolombina también ha tenido gran influencia en las artesanías de hoy, incluyendo esculturas de plata y joyas que representan leyendas folclóricas.
Madera Noble, Calle Junín
Ubicado en San Marcos, el barrio más bohemio del Centro Histórico, Madera Noble ofrece una oportunidad única para conocer al carpintero local José Barrera y conversar no sólo sobre su arte, sino sobre los cambios que ha sentido la ciudad en las décadas que ha mantenido su tienda en el lugar.
Aquí puedes comprar artesanías de madera únicas, desde tableros y piezas de ajedrez hasta cajas para joyas e iconos religiosos; incluso puedes restaurar piezas antiguas de madera.
Situado justo al frente de la encantadora Plaza San Marcos, la tienda puede marcar el inicio de una pequeña ruta por este hermoso barrio, donde encontrarás museos históricos y de arte, galerías, restaurantes y eclécticos bares.
Tianguez, Plaza San Francisco
Tianguez, una palabra precolombina que designaba una especie de mercado en lengua náhuatl, se encuentra en toda la plaza de Casa Gangotena.
Parte mercado, parte museo, parte restaurante, este es un excelente lugar para conocer algunos de los emblemas artísticos y de artesanía de las culturas nativas.
Practicando un comercio justo, la tienda apoya a las comunidades rurales y urbanas, al igual que las pequeñas empresas locales, promoviendo la revitalización cultural y buscando proteger el patrimonio histórico del Ecuador.
El Museo Mindalae, en el mismo complejo, celebra la artesanía ecuatoriana a través de los siglos y, sobre todo, su sostenibilidad.
Solo tienes que caminar menos de una cuadra desde Casa Gangotena para descubrir uno de los oficios más fascinante e idiosincrásico de Quito.
Rosario Incarnación – Simón Bolívar y Cuenca
Solo tienes que caminar menos de una cuadra desde Casa Gangotena para descubrir uno de los oficios más fascinante e idiosincrásico de Quito.
Mientras que la mayor parte del comercio de Rosario Encarnación es vender y pintar iconos y estatuas religiosas, la mayor parte de ellas destinada a iglesias, la dueña tiene otra habilidad debajo de la manga.
Además, de retocar figuras de madera, Rosario puede hacer lo mismo para los seres humanos: ¡aquella con gran tino cicatrices y manchas, incluso en las caras de la gente!
Mientras que los resultados no pueden ser permanentes, el procedimiento es mucho más barato y seguro que cualquier otro tratamiento, y es un ejemplo vivo de la inventiva y arte del quiteño.
Centro Cultural Metropolitano – García Moreno y Espejo
Si la exploración de estas extensas exhibiciones culturales e históricas del Centro Cultural Metropolitano despierta un interés más profundo en el patrimonio y los secretos de Ecuador (que seguramente lo hará, especialmente luego de visitar el museo de cera Alberto Mena Caamaño), dirígete a la librería.
Aquí podrás llenar tus arcas de todo tipo de libros, desde tomos de mesa llenos de imágenes a guías de referencia, para mejor conocer la historia y costumbres del país.
La Vela Mágica – Pereira y Montúfar
Con tantas ceremonias religiosas que durante el año se celebran en el casco histórico de Quito, hay, sin duda, una gran demanda para velas, de todas las formas, tamaños y colores imaginables.
Mercado San Francisco – Rocafuerte y Chimborazo
El mercado de San Francisco, fundado en 1893, fue el primer mercado oficial de Quito (algo lo declara con orgullo a la entrada) y continúa desempeñando hoy un papel importante en la vida cotidiana de la gente.
Carmen Alto – García Moreno y Rocafuerte
Para muchos, la atracción del casco histórico de Quito es su increíble concentración de iglesias y edificios religiosos, y el inusual fervor demostrado por sus feligreses.
No puede haber recorrido religioso sin hacer escala en el convento de Carmen Alto, un claustro que funciona desde el siglo XVII. Aparte de la iglesia y el museo, la tienda del claustro vende artículos religiosas, incluyendo cruces artesanales, rosarios, velas e íconos.
La Vela Mágica – Pereira y Montúfar
Con tantas ceremonias religiosas que durante el año se celebran en el casco histórico de Quito, hay, sin duda, una gran demanda para velas, de todas las formas, tamaños y colores imaginables.
La Vela Mágica llega a producir alrededor de 300 velas al día durante la temporada alta de Semana Santa y Navidad.
Con más de tres décadas de experiencia, sus dueños nos cuentan que las velas que mejor se venden son las delgadas, en distintos colores, aunque las elaboradas creaciones que imitan flores, los hermosos “cirios”, son también populares, añadiendo una excentricidad barroca a cualquier presentación.
Mercado San Francisco – Rocafuerte y Chimborazo
El mercado de San Francisco, fundado en 1893, fue el primer mercado oficial de Quito (algo lo declara con orgullo a la entrada) y continúa desempeñando hoy un papel importante en la vida cotidiana de la gente.
Aquí, los lugareños compran sus frutas, verduras, carne y huevos, pero para los visitantes, es quizás la sección de medicina ancestral, en la parte posterior a la derecha del complejo, la que más intriga.
En quioscos llenos de hierbas frescas encontrarás tratamientos tradicionales para una letanía de dolencias: lociones y pociones para la angustia, polvo para la ansiedad, e incluso mini rituales de limpieza con plantas locales para limpiar la mala energía.
Es todo un ícono de la calle más emblemática del casco histórico de Quito: don Manuel Humberto Silva llegó a La Ronda hace más de seis décadas, a los veinte años.
Heladería Dulce Placer – La Ronda
Si bien no es una tienda de souvenires, Dulce Placer es un elemento esencial de la experiencia en La Ronda.
En la planta superior de una de las clásicas “casas” de esta calle icónica, encontrarás una heladería deliciosa, y no como las otras, se trata de una empresa familiar que produce más de 550 sabores naturales.
Si estás con niños, o si en casa alguien espera un regalo de tu viaje, no busques más allá de la calle Cuenca.
Humberto Silva – La Ronda
Es todo un ícono de la calle más emblemática del casco histórico de Quito: don Manuel Humberto Silva llegó a La Ronda hace más de seis décadas, a los veinte años.
Este antiguo ferroviario de la provincia de Chimborazo heredó un conjunto de herramientas de su fallecido padre y comenzó a perfeccionar su artesanía con estaño.
Algunas de las herramientas con las que trabaja están en exhibición en el taller, mientras que su preciado soldador lo mantiene en casa.
Con éstos, crea juguetes encantadores: objetos del hogar para las manos más pequeñas. Hay hornos en miniatura, neveras, botellas de leche y parrillas, diminutos abrevaderos y jarrones.
Heladería Dulce Placer – La Ronda
Si bien no es una tienda de souvenires, Dulce Placer es un elemento esencial de la experiencia en La Ronda.
En la planta superior de una de las clásicas “casas” de esta calle icónica, encontrarás una heladería deliciosa, y no como las otras, se trata de una empresa familiar que produce más de 550 sabores naturales.
Calle Cuenca
Si estás con niños, o si en casa alguien espera un regalo de tu viaje, no busques más allá de la calle Cuenca.
Repleta de disfraces y tiendas con juguetes de fiestas a precios módicos, encontrarás todo tipo de superhéroes, monstruos y trajes de princesa.
Pelucas, máscaras, capas y los accesorios idóneos para toda diversión, que además vienen en tamaños de adulto.
La obsesión de Quito con los disfraz tiene sus raíces en sus fiestas religiosas y nacionales, donde todos, desde bebés hasta abuelos, se visten de algo extraordinario.
Sirka – Calle Junín
Bautizado como un lugar para encontrarse entre amigos y beber una buena pinta de cerveza artesanal, Sirka no es solo un pub, sino también una galería
Ubicado en una de las calles más bohemias (y pintorescas) de la ciudad, el acogedor Sirka muestra artistas y fotógrafos locales en exposiciones cuidadosamente curadas, que cambian regularmente, con piezas de arte disponibles a precios razonables.
Es muy probable que en el mercado de Plaza Arenas te toparás con algo que nunca hubieras pensado que querías o que te resultara necesario.
Mercado Plaza Arenas – Luis Vargas Torres
Es muy probable que en el mercado de Plaza Arenas te toparás con algo que nunca hubieras pensado que querías o que te resultara necesario.
Este mercado oculto se especializa en ropa de segunda mano, herramientas, retazos y todo un poco; una mezcla ecléctica donde habrá desde chaquetas de lentejuelas a patines, muletas, guitarras eléctricas y pilas de libros, revistas y vinilos añejos.
Tal vez, encontrarás antigüedades como un televisor fabricado en la década de 1990, o anticuadas manillas de puerta para adornar la entrada de tu casa como algo que viste en una película de la época de tu abuela.
Mercado Artesanal
Mercado Artesanal
Hay algo especial en las manos de los ecuatorianos. Cierta fijación en los detalles, la habilidad, el amor y el empeño que le ponen al oficio con los dedos son elementos que cruzan cada pasillo del Mercado Artesanal de La Mariscal.
Ubicado en el centro-norte de Quito, el Mercado es una parada obligatoria en cualquier visita a la ciudad capital.
Inaugurado en el 2000, el establecimiento se ha convertido en uno de los principales destinos para los turistas, que principalmente van en busca de ponchos, chales y bufandas hechas de lana de alpaca, camisas tejidas o los clásicos pequeños souvenires de recuerdo.
A los visitantes también les encanta llevar consigo el café artesanal o el chocolate ecuatoriano. Otro de los favoritos, son las pinturas con paisajes del país.
Según cifras de la Empresa Pública Metropolitana de Gestión de Destino Turístico, casi 630 mil turistas llegaron a Quito en el año 2016. Con un promedio de 100 locales, el Mercado Artesanal La Mariscal ofrece gran variedad de artesanías y souvenires.
El Mercado Artesanal “La Mariscal” es un referente turístico de Quito y del país. Todos los días los artesanos mantienen vivas las costumbres y tradiciones ancestrales a través de sus productos. Los vivos colores de los tejidos y prendas bordadas; tapices y pinturas; finos diseños de joyas en plata; instrumentos musicales; entre otros, hacen que el visitante encuentre una infinidad de productos elaborados a mano y con materias primas que aún se preparan utilizando técnicas ancestrales.
Raphael Damasceno, extranjero que vive en Quito, señala: “Me gusta el Mercado Artesanal de Quito. Podría decirse que es una versión pequeña del Mercado de Otavalo. Como extranjero, puedo decir que apreciamos las cosas hechas a mano en la era post-industrial, donde todo está hecho por máquinas. Algunas de las cosas que más me gustan son las ropas coloridas; las pinturas en plumas de pájaro, son simplemente impresionantes; y es un gran lugar para comprar recuerdos. Además, el comerciante siempre es muy complaciente y siempre dispuesto a ofrecer una rebaja.”
En la voz de los vendedores y propietarios
“El arte no tiene precio”
Estela y Moisés son propietarios de un local de pinturas que ellos elaboran. Los precios de las obras varían, dependiendo del material y la técnica pero como dijo Estela, “el arte no tiene precio”. Ambos tienen su espacio en el Mercado desde que abrió puertas. Antes de tener su local, Estela relató cómo tenían que vender en las calles, hasta que el Municipio los reubicó cuando creó el espacio de locales. “Tenemos un lugar donde ya no nos coge la lluvia, donde ya no tenemos que estar corriendo porque nos cogen los policías metropolitanos a pesar de que teníamos permiso. Aquí nos reubicaron muy bien”, expresó la artesana.
Las blusas decoradas con motivos andinos son las más demandadas en este espacio, ya que son bordadas a mano. Luego siguen las bufandas y los adornos elaborados en tagua, madera y más. En este año, los precios son módicos, reiteran los vendedores. Además hay promociones. Por ejemplo, se encuentran blusas desde los USD 8 en adelante. Los vestidos salen en USD 18. Los compradores, también, tienen la opción de regatear o pedir un descuento.
En la voz de los vendedores y propietarios
“Los turistas buscan algo innovador. Diariamente salen las cobijas, los chales, todo lo relacionado con la lana de alpaca, porque ellos no tienen esa materia prima”, relató Fernando Sánchez, de 25 años, propietario de dos locales en el Mercado. Sánchez explicó que los chocolates y café artesanales también están muy de moda entre los turistas.
Muchas de las artesanías del Mercado llegan desde Otavalo, explicó por su parte Luis Remache, de 52 años, también propietario. En su caso, los turistas que llegan a su local van en busca de “los recuerditos pequeñitos, todo lo que son trabajaos manuales, artesanales”.
En el Mercado Artesanal también se puede encontrar bisutería, adornos para el hogar y más. Tania Flores, otra comerciante, indicó que las ventas no están como las del 2015. “El año anterior había mayor cantidad de ventas. Hoy está normal”. Pese a esto, dijo que mantienen los locales abiertos y disponibles para los usuarios. En el local de Flores hay objetos como aretes desde los USD 3 hasta adornos de madera en los USD 25. Hay para todos los gustos y precios, acotó. Este mercado artesanal está abierto desde las 09:00 hasta las 20:00. Así que "si todavía no ha comprado su presente puede acercarse a este espacio y adquirir uno. Aún está a tiempo", reiteraron los comerciantes.
Desde sombreros panamá y esculturas de madera hasta instrumentos musicales y artículos tejidos a mano, este mercado vibrante ofrece una amplia gama de artesanías y souvenires ecuatorianos. Observar artesanías interesantes y mirar a los artesanos trabajar mientras recorre los puestos del Mercado Artesanal La Mariscal. Aquí se puede comprar de todo: desde ropa y joyas hasta obras de arte, juguetes y textiles. Más de 100 artesanos ejercen su oficio en el activo Mercado Artesanal La Mariscal, uno de los mejores mercados de artesanías y souvenires de Quito.
Al entrar en el mercado, podrás percibir una gran variedad de objetos coloridos, sonidos y aromas, que te harán sentir bienvenido. Pasea entre los puestos y escucha a los persistentes vendedores que tratan de incitarte a comprar sus mercancías. Siente los aromas del cacao y de los granos de café que impregnan el aire. Déjate deslumbrar por la gama de colores típicos de un mercado andino.
Encuentra joyas, como pulseras de estilo bohemio, anillos y collares de plata, además de artículos de piel y cerámica. Echa un vistazo a las mantas, los ponchos, las bufandas y los suéteres de lana de llama y alpaca. Compra sombreros panamá, juguetes de madera hechos a mano e instrumentos musicales. Aquí, debes regatear el precio de todos los artículos. Así que conversa con los vendedores para conseguir un precio más bajo.
Ubicado en la animada zona de Mariscal, el Mercado Artesanal La Mariscal está a unos 10 minutos en auto del centro histórico de Quito. Los camiones públicos paran cerca del mercado y lo conectan con las principales zonas turísticas de Quito. Mientras estés aquí, no te pierdas otras atracciones de Mariscal. Relájate en el frondoso parque El Ejido, donde periódicamente se llevan a cabo exhibiciones de arte al aire libre. Además, conoce la vida nocturna de la Plaza Foch.
El mercado está abierto todos los días, y la entrada es gratuita. Es una gran oportunidad para comprar souvenires si no tienes tiempo para visitar el histórico mercado de Otavalo, que se encuentra a 2 horas en auto al norte de Quito.
Cuatro años más tarde (2004) sucedió lo inesperado: un incendio casi consume la totalidad del mercado, pero fue reconstruido inmediatamente ya que en ese año, Quito fue sede del evento Miss Universo y recibió a 81 reinas de belleza de todo el mundo. “Este desastre se convirtió en una gran oportunidad para nosotros ya que trascendimos a escala nacional e internacional, pues todos los medios de comunicación realizaron reportajes de lo ocurrido y de cómo avanzaba la reconstrucción”, dijo Maricel Romo, cofundadora del Mercado Artesanal.
Los turistas nacionales y extranjeros encuentran en este mercado artesanías para todos los gustos y a cómodos precios, dice Marco Quishpe, presidente del Mercado Artesanal, al asegurar que los tejidos, bordados, sombreros, bolsos de cuero y joyas de plata, son entre otras, las artesanías que más demanda tienen. Diariamente llegan al mercado unas 1500 personas; mientras que en épocas altas como agosto-diciembre, se superan las 2000 visitas diarias.
Según Mayra Aguilar, comerciante, los clientes han optado por las blusas con material delgado por el clima de la ciudad y porque son de calidad y a precios justos. “Hay que aprovechar los últimos días para comercializar el producto. Al momento, las ventas son normales”.
Los vivos colores de los tejidos y prendas bordadas, tapices y pinturas, contrastan en este mercado con los maravillosos y finos diseños de joyas en plata, con las bisuterías, muchas de ellas elaboradas con semillas, especialmente traídas de la Amazonía ecuatoriana y con instrumentos musicales como quenas, rondadores, ocarinas.
Marco Quishpe recuerda que antes los artesanos vendían sus productos en la avenida Amazonas y calles aledañas del sector de La Mariscal, pero que luego el Municipio quiteño realizó un censo para verificar cuántos artesanos eran y construyó el Mercado Artesanal “La Mariscal”, para reubicarlos y brindar así una mejor imagen y servicio a los visitantes. El centro artesanal fue inaugurado el 12 de mayo del 2000.
Marco Quishpe recuerda que antes los artesanos vendían sus productos en la avenida Amazonas y calles aledañas del sector de La Mariscal, pero que luego el Municipio quiteño realizó un censo para verificar cuántos artesanos eran y construyó el Mercado Artesanal “La Mariscal”, para reubicarlos y brindar así una mejor imagen y servicio a los visitantes. El centro artesanal fue inaugurado el 12 de mayo del 2000.
Cuatro años más tarde (2004) sucedió lo inesperado: un incendio casi consume la totalidad del mercado, pero fue reconstruido inmediatamente ya que en ese año, Quito fue sede del evento Miss Universo y recibió a 81 reinas de belleza de todo el mundo. “Este desastre se convirtió en una gran oportunidad para nosotros ya que trascendimos a escala nacional e internacional, pues todos los medios de comunicación realizaron reportajes de lo ocurrido y de cómo avanzaba la reconstrucción”, dijo Maricel Romo, cofundadora del Mercado Artesanal.
Don Marco es orfebre, y cuenta que su afición viene de familia. Primero fue su abuelo y luego su padre quienes trabajaron en la platería. Él empezó en esta hermosa profesión a los 15 años y es hijo de uno de los fundadores del Mercado Artesanal. “Los turistas especialmente los europeos y los estadounidenses aprecian mucho el trabajo hecho a mano, les encanta”, agrega.
Así, cada artesano cuenta su historia y su dedicación por mantener vivas las costumbres y tradiciones ancestrales a través de sus productos, y saben que son parte fundamental a la hora de hablar del potencial turístico que tiene el Ecuador para compartir con nuestros compatriotas y con el mundo entero.
La Ronda y su Tradicional Canelazo Quiteño
La Ronda y su Tradicional Canelazo Quiteño
La Ronda, ubicada en el centro histórico de la ciudad de Quito, es sinónimo de historia, artesanías y diversión, especialmente en las noches. Este lugar se caracteriza por los diferentes aromas que se mezclan con el viento como el dulce olor a quesadillas, empanadas, los dulces tradicionales y el infaltable canelazo quiteño. A partir de las 19h00 esta bebida es acompañada con un show de música que entona notas tradicionales en los distintos bares y restaurantes. Usualmente, se la toma soplando, soplando y a sorbos. Es dulce y con sabor a aguardiente que tanto turistas como quiteños beben mientras de un ambiente cálido y una vista amplia de la carita de Dios.
Una cuadra al sur de la plaza Santo Domingo, ubicada en el patrimonio de la capital, se encuentra el restaurante “Los Geranios”, definido como un lugar ancestral, lleno de cultura e historia; con su gran patio de comidas y bebidas muy apetecidas y tradicionales en Quito. Una antigua leyenda quiteña decía que entre más patios tenía una casa , más jerarquía tenía la familia que la habitaba y entre más piletas, mejor apellido tenía la misma. Es así, que Los Geranios representa a una descripción en su totalidad de una casa adinerada.
Siendo una de las primeras casas del siglo colonial con una construcción de más de 475 años y 7 años de restauración, brinda la mejor atención y comodidad de sus diferentes espacios, los cuales se pueden destacar principalmente el salón principal, en donde podemos salir al balcón para así apreciar una amplia vista de la vía La Ronda; el lugar también cuenta con un lugar apartado, donde las parejas pueden disfrutar de una velada muy romántica con la compañía de la luz de la luna y el panecillo, así también su pileta principal que llama la atención de sus visitantes al ingresar a este sitio y que por las noches se enciende, dejando ver el recorrido de la historia colonial para dar paso a diferentes artistas y músicos.
Pedro José Córdova, chef ejecutivo del restaurante, comenta que el nombre “Los Geranios” se debe a la bella y tradicional flor que posee un aroma agradable. Pero también es útil para alejar plagas como los mosquitos en el pequeño jardín del lugar. Por otro lado, comentó también que la gastronomía del Ecuador es muy amplia y mucho más en su negocio, menciona que su restaurante ha incorporado platos tradicionales con una pizca de sabor de diferentes lugares alrededor del mundo, creando una variedad de opciones para los paladares más exigentes con una sugerencia de postre, vinos variados o el clásico canelazo tradicional quiteño que podría amenizar aún más la velada.
El canelazo es una antigua bebida de la Sierra ecuatoriana, que más o menos debió surgir en la época colonial, entre los estratos socioeconómicos bajos y medios; principalmente, por su forma sencilla de elaborar. El canelazo fue muy apreciado por los indígenas y mestizos en la época colonial, y durante la época republicana se lo denominaba también “agua gloriada” o “agüita de azúcar”. Con el paso de los años, esta bebida fue tomando prestigio y las celebraciones giraban en su entorno durante la mayoría de fiestas en todos los pueblos y ciudades de la sierra ecuatoriana. Es importante entender que cuando comienzan a institucionalizarse las fiestas en Quito a partir de los años 60, el canelazo se torna en el eje fundamental de lo que representa la celebración. En esos años la bebida era elaborada por las señoras del barrio y ofrecida de manera gratuita en los días de festejos. Ya en los años 70, aproximadamente, se comienza a comercializar esta bebida.
Carlitos, como le dice Pedro José a su amigo, nos sirvió el famoso canelazo, un vaso grande, en su interior un líquido amarillo, donde se podía sentir el aroma del licor con naranjilla y el humeante vapor que salía de la bebida. Como mencioné anteriormente, lo degusté soplando y a sorbos, se siente claramente el sabor a naranjilla y un toque de licor que nos deja con ganas de seguir probándolo. Es muy peculiar el sabor y muy caliente para el frío de la noche, dice Germán quien es cliente del lugar.
El historiador Javier Gomezjurado Zevallos relata que el canelazo es una antigua bebida de la Sierra ecuatoriana, que más o menos debió surgir en la época colonial, entre los estratos socioeconómicos bajos y medios; principalmente, por su forma sencilla de elaborar. El canelazo fue muy apreciado por los indígenas y mestizos en la época colonial, y durante la época republicana se lo denominaba también “agua gloriada” o “agüita de azúcar”. Con el paso de los años, esta bebida fue tomando prestigio y las celebraciones giraban en su entorno durante la mayoría de fiestas en todos los pueblos y ciudades de la sierra ecuatoriana.
La Ronda también es una calle que nos lleva a nuestro pasado indígena, y en esas ancestrales épocas no se llamaba La Ronda, como le nombraron los españoles o como la conocemos en la actualidad, si no que se supone que su nombre original fue la de “El Chaquiñán”, término que ahora se lo traduce como camino o sendero. Se presume que esta pequeña calle ya se encontró establecida y trazada hacia 1480, cuando los Incas llegaron por primera vez a Quito.
En la noche, la calle se ilumina y se vive un aire de fiesta, pero a lo tradicional. Los bares y restaurantes ofrecen música en vivo, como también deliciosa comida y bebidas.
La Rondalia Quiteña es uno de los primeros bares que está en la tradicional calle. Al ingresar, lo llamativo son las mesas (máquinas de coser antiguas, aquellas que tenían pedal con vidrio en la parte superior).
Otra de las curiosidades del bar es la bebida llamada “agua loca”, un brebaje elaborado a base de diez hierbas; empanadas de morocho y de viento, es uno de los platos típicos que se pueden degustar; restaurante El Horno de Leña, ofrece alimentos cocinados en leña, la especialidad son las gallinas de Pinllo; los canelazos, ideal para el frío, el canelazo es una mezcla de canela con licor. Otra opción para entrar en calor, es el vino de frutas, que también ofrece El Horno de Leña. La fruta se fermenta con miel, no se utilizan uvas, solamente mora o piña.
En el “Amazonazo”, “Poloniazo” y ahora el denominado “Guangüiltaguazo”, bailes tradicionales de las fiestas de Quito, se sigue manteniendo la misma esencia de festejar la fundación, de integrar a la gente, de unir a la comunidad, de socializar y donde no puede faltar el canelazo, una bebida con la que el cuerpo se sacude, abrigándose en las noches de fiesta y de bohemia, una bebida para ahuyentar el frío que llega con la noche, el viento o la neblina.
A pesar de ser temprano, Pedro José nos preparó una jarra de canelazo para degustar con unas empanadas de morocho y ají para un sabor más agradable. Normalmente, la fiesta se enciende a partir de las 16h00, pero por hoy haría una excepción. El sol no salía desde hace varios días y había que aprovechar el clima que cobijaba a la carita de Dios. Entre anécdotas y risas, llegó el momento de despedirnos de Pedro, pero estuvimos muy agradecidos por la cálida atención y con la promesa de un pronto retorno a ese lugar.
Al recorrer las vacías calles, pude darme cuenta que La Ronda es una zona desolada antes del medio día y los únicos locales que están abiertos, son aquellos que venden productos naturales, artesanías, restaurantes pequeños y una tienda que vende helados de paila. La visita fue amena y divertida, aunque el ambiente esté solitario, cuenta con una gran vista de la ciudad y sobre todo del panecillo. Me asombra lo grande que es Quito y la variedad de infraestructuras que posee, a pesar del congestionado tránsito, es un sitio de alta afluencia turística y gran variedad gastronómica que vale la pena conocer.
El canelazo es una bebida caliente muy tradicional, especialmente se lo puede disfrutar en La Ronda, ubicada en el centro histórico de la ciudad de Quito. Se lo toma soplando, soplando y a sorbos. Es dulce y con sabor a aguardiente que tanto turistas como quiteños beben mientras festejan la fundación española de la capital del Ecuador.
El historiador Javier Gomezjurado Zevallos relata que el canelazo es una antigua bebida de la Sierra ecuatoriana, que más o menos debió surgir en la época colonial, entre los estratos socioeconómicos bajos y medios; principalmente, por su forma sencilla de elaborar. El canelazo fue muy apreciado por los indígenas y mestizos en la época colonial, y durante la época republicana se lo denominaba también “agua gloriada” o “agüita de azúcar”. Con el paso de los años, esta bebida fue tomando prestigio y las celebraciones giraban en su entorno durante la mayoría de fiestas en todos los pueblos y ciudades de la sierra ecuatoriana.
La Ronda también es una calle que nos lleva a nuestro pasado indígena, y en esas ancestrales épocas no se llamaba La Ronda, como le nombraron los españoles o como la conocemos en la actualidad, si no que se supone que su nombre original fue la de “El Chaquiñán”, término que ahora se lo traduce como camino o sendero. Se presume que esta pequeña calle ya se encontró establecida y trazada hacia 1480, cuando los Incas llegaron por primera vez a Quito.
En la noche, la calle se ilumina y se vive un aire de fiesta, pero a lo tradicional. Los bares y restaurantes ofrecen música en vivo, como también deliciosa comida y bebidas.
La Rondalia Quiteña es uno de los primeros bares que está en la tradicional calle. Al ingresar, lo llamativo son las mesas (máquinas de coser antiguas, aquellas que tenían pedal con vidrio en la parte superior).
Otra de las curiosidades del bar es la bebida llamada “agua loca”, un brebaje elaborado a base de diez hierbas; empanadas de morocho y de viento, es uno de los platos típicos que se pueden degustar; restaurante El Horno de Leña, ofrece alimentos cocinados en leña, la especialidad son las gallinas de Pinllo; los canelazos, ideal para el frío, el canelazo es una mezcla de canela con licor. Otra opción para entrar en calor, es el vino de frutas, que también ofrece El Horno de Leña. La fruta se fermenta con miel, no se utilizan uvas, solamente mora o piña.
En el “Amazonazo”, “Poloniazo” y ahora el denominado “Guangüiltaguazo”, bailes tradicionales de las fiestas de Quito, se sigue manteniendo la misma esencia de festejar la fundación, de integrar a la gente, de unir a la comunidad, de socializar y donde no puede faltar el canelazo, una bebida con la que el cuerpo se sacude, abrigándose en las noches de fiesta y de bohemia, una bebida para ahuyentar el frío que llega con la noche, el viento o la neblina.
Gomezjurado Zevallos explica la importancia de entender que cuando comienzan a institucionalizarse las fiestas en Quito a partir de los años 60, el canelazo se torna en el eje fundamental de lo que representa la celebración. En esos años la bebida era elaborada por las señoras del barrio y ofrecida de manera gratuita en los días de festejos. Ya en los años 70, aproximadamente, se comienza a comercializar el canelazo.
La Ronda es una de las calles más tradicionales que se encuentran en Quito, no solo por ser una de las más antiguas, o por haber sido cuna de pintores, escritores y poetas de los años 30; fue en las casas de esta estrecha calle en donde se escribieron canciones y pasillos y mismas que albergado a políticos, románticos y bohemios. Entre los personajes que habitaron en La Ronda en el transcurso del siglo XX se encontraron Faustino Rayo o Carlos Guerra o al Taita Pendejadas.
Su arteria principal es la calle Juan de Dios Morales, esta atractiva calle es el centro de la cultura quiteña en ella se pueden encontrar juegos tradicionales, centros culturales, restaurantes típicos, bares, puestos de información turística y cultural son algunas de las muchas atracciones que el sitio ofrece.
Las construcciones son modestas con balcones, con patios interiores, terrazas, con corredores y habitaciones que miran hacia un patio central generalmente empedrado, zaguanes, muchos de ellos con puertas de quicio, los muros de las casas son lisos y con pocas aberturas.
Mitad del Mundo
Mitad del Mundo
En la Mitad del Mundo en Quito se construyó un obelisco y un complejo monumental alusivos a la línea equinoccial, se levantan tesoros del arte, la arquitectura y la ciencia, en medio de paisajes que confrontan el verdor de la naturaleza y los matices de la modernidad. El monumento está coronado por una esfera metálica que representa a la Tierra.
El Ecuador terrestre es una línea imaginaria que divide al Planeta Tierra en dos hemisferios iguales, uno al Norte y otro al Sur.
Dirección
Autopista Manuel Córdova Galarza en la parroquia de San Antonio.
Fecha de Creación
En el sitio histórico de San Antonio de Pichincha, en el punto equidistante de los polos de la Tierra, el 2 de abril de 1979 el Consejo Provincial de Pichincha inició la construcción de este monumento, a base de hierro y cemento, revestido de piedra andesita pulida y recortada.
Descripción
En el año de 1936 el Comité Franco Americano auspicia la idea del geógrafo ecuatoriano Ing. Luís Tufiño y levanta un monumento en conmemoración de los 200 años de la llegada de la primera Misión en San Antonio de Pichincha, sitio donde nunca estuvieron los científicos franceses.
Este monumento histórico de 10 metros de altura estuvo ubicado en este sitio por 43 años hasta que, en 1979 fue trasladado a la población de Calacalí a 7 Km al Occidente por donde también atraviesa la Línea Ecuatorial.
Se lo denomina Monumento Ecuatorial por su forma piramidal – cuadrangular con sus cuatro monolitos en los ángulos. Tiene la orientación geográfica de los cuatro puntos cardinales y se encuentra localizado en la Línea Ecuatorial de latitud cero grados cero minutos y cero segundos.
El monumento actual tiene un mirador, que fue construido el año 1982 y es una réplica del que existió desde 1936 que hoy se encuentra en Calacalí. Al llegar a la zona del monumento en la mitad del mundo se encuentra el proyecto turístico que es la representación de un pueblo colonial.
Al llegar al sitio, podrá observar un Quito Colonial en miniatura que llama la atención de todos quienes la visitan.
Atractivos
Museo Etnográfico Mitad del Mundo: Dentro del monumento hay un pequeño museo que muestra elementos de la cultura indígena de Ecuador, como vestimenta, descripciones de los diversos grupos étnicos, y muestras de sus actividades.
Al este del monumento se encuentran bustos tallados en piedra de los miembros de la Misión Geodésica.
Encontrará también varios pabellones pertenecientes a los países que tuvieron participación en este evento histórico y que han sido invitados a exponer sus recursos científicos y sus referencias históricas: Ecuador, Francia y España.
Se ha invitado también a Alemania, por su constante interés y los destacados científicos que vinieron al Ecuador como Humboldt que llegó a nuestro país en 1802.
Insectarium: Un lugar donde se puede observar una gran variedad de insectos y mariposas provenientes de todo el mundo con sus respectivos nombres científicos, lugar de hábitat y origen.
Dentro de la Ciudad Mitad del Mundo existen cuatro pabellones con exposiciones permanentes. El Pabellón Guayasamín el cual posee una exposición de diferentes obras del famoso pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín.
Otro de los pabellones es el Pabellón de Francia, donde se encuentra el Museo Geodésico Francés. En este se exhibe toda la información sobre los estudios de la Misión Geodésica e información sobre la Academia de Ciencias de París. También está el Pabellón del Sol donde se expone información sobre las ciudades de Guayaquil y Cuenca, las dos ciudades más importantes del Ecuador aparte de su capital, Quito.
Existen más atractivos turísticos permanentes como: el Planetario, una maqueta de todo el Quito colonial en miniatura, y el Insectarium que es el Primer Museo Entomológico del Ecuador, donde se está recopilando toda la inmensa y diversa entomofauna existente en Ecuador. Hay exposiciones de insectos vivos y disecados.
Además, de estas atracciones permanentes, los fines de semana y festivos siempre se realizan festivales musicales, presentaciones de danza y otras expresiones artísticas en la plaza del pueblo.
Los orígenes de la Ciudad Mitad del Mundo se remontan a la Primera Misión Geodésica la cual llegó a nuestro país con el propósito de realizar estudios y determinar la exacta curvatura del planeta. Esta misión, liderada por el científico francés Charles Marie de la Condamine y de la cual era miembro el científico ecuatoriano Pedro Vicente Maldonado, determinó por donde pasaba la línea ecuatorial.
Aunque ésta misión nunca llegó a pisar el lugar donde ahora se encuentra la Ciudad Mitad del Mundo, dos cientos años después, el geógrafo ecuatoriano Luís Tufiño dio la idea al Comité Franco-Americano de construir un monumento en memoria de la Misión Geodésica. Se levantó uno de diez metros de altura, de estructura idéntica al actual monumento de la Mitad del Mundo, en la ciudad de San Antonio de Pichincha, la misma que está al oriente de la atracción turística de la cual hablamos.
Para 1979 inició la construcción del actual monumento y de la ciudad a su alrededor. El monumento anterior fue movido 7 km. al oeste, a la ciudad de Calacalí y la construcción de todo el complejo turístico se concretó para 1982.
Actualmente, la tarifa de ingreso es de $2 para adultos y $1 para niños, tercera edad y discapacitados. Hay un parqueadero a disposición de todos los visitantes el cual cuesta $1,50 sin límite de tiempo. Estudiantes de nivel pre-primario, primario y secundario que asistan en grupo tienen la entrada libre de lunes a viernes. El horario de atención es de lunes a jueves de 9h00 a 18h00, de viernes a domingo y feriados de 9h00 a 19h00.
Su atracción principal es el monumento a la Mitad del Mundo. El actual tiene 30 metros de altura y alberga en su interior al Museo Etnográfico de la Mitad del Mundo, donde se exhiben diferentes exposiciones de todas las etnias y culturas que viven en Ecuador. Este museo es actualizado permanentemente en colaboración con el Banco Central del Ecuador. El costo de la entrada es de $2.00 adultos, $1.00 niños y $3.00 extranjeros.
Dentro de la Ciudad Mitad del Mundo existen cuatro pabellones con exposiciones permanentes. El Pabellón Guayasamín el cual posee una exposición de diferentes obras del famoso pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín. Además posee una muestra de bienes culturales del Ecuador, es decir, piezas de arte precolombino, y arte colonial de la Escuela de Quito, Caspicara, Pampite, entre otros. Estos bienes culturales, patrimonio del Ecuador, se encuentran a cargo de la Fundación Guayasamín, creada en 1977 por el Maestro y sus hijos, quienes son los encargados de mantenerla ahora.
Para llegar a la Mitad del Mundo debe tomar el sistema Metrobus hacia el norte de Quito. En la estación final de La Ofelia debe tomar el bus integrado "La Mitad del Mundo" el cual por unos pocos centavos lo dejará justo en la entrada.
La Mitad del Mundo abre sus puertas de lunes a jueves de 09h00 a 18h00, y de viernes a domingo de 09h00 a 19h00. Su tarifa de ingreso es de $ 2,00 USD. Posee museos, tiendas de artesanías y recuerdos, además de numerosos eventos artísticos los fines de semana.
El sitio es administrado por el Consejo Provincial de Pichincha, entidad que se encarga de su mantenimiento, de la asignación de locales a los arrendatarios, la programación de los shows artísticos que se presentan los fines de semana en el sitio, entre otras tareas. El lugar muestra una visión integral sobre la Misión Geodésica, la importancia de sus hallazgos, los conocimientos astronómicos de los pueblos aborígenes, las festividades en torno a la adoración al sol, además de ofrecer una muestra de la comida tradicional.
Las visitas a la Mitad del Mundo cambiaron incluso para los operadores de turismo. Ahora se apuesta a anexar otros lugares para los viajeros. Diego Vaca, presidente de la operadora de turismo EOS Ecuador, explicó que se realizan paquetes para que los turistas tengan la oportunidad de conocer otros sitios cercanos a la Ciudad Mitad del Mundo como el Pululahua y Yunguilla. En esta comunidad se realiza turismo comunitario, hay una variedad de especies como el puma negro, un orquideario y hospedaje, explicó.
La Ciudad Mitad del Mundo luce un rostro renovado. Nuevos museos, más actividades interactivas, presentaciones culturales y promociones de ventas son algunas modificaciones en este espacio turístico tradicional de Quito. Este paquete de cambios no ha logrado atraer a más turistas.
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